Todo tiene su tiempo. ¡PACIENCIA!

Queridas Comunidades Educativas:

«Si la necesidad nos apremia, obremos lentamente» (SV Tomo II, 232)

Como siempre, es San Vicente quien nos da la bienvenida al nuevo curso escolar, y a la vez, nos felicitamos en esta fiesta tan memorable para todos nosotros.

Este año se nos presenta con un objetivo y un lema que nos invita a cultivar la paciencia, a dar a cada proceso, a cada persona, a cada cosa que hagamos, “su tiempo”. Porque “Todo tiene su tiempo”, como nos lo dice el libro del Eclesiastés 3.1.

En este mundo, en el que continuamente se nos llama a la inmediatez, a las prisas, a la toma de decisiones fundadas en la obtención de soluciones rápidas y eficaces, aunque verdaderamente no lo sean, la Escuela Vicenciana quiere aprender el “arte de saber esperar” para dar “tiempo al tiempo”. Por eso, disponemos nuestro corazón para tener:

• “Tiempo” para hacer silencio y estar más cerca de Dios.
• “Tiempo” para acompañar a nuestros alumnos, compañeros y familias.
• “Tiempo” para apreciar cómo el Señor va transformándonos y enriqueciendo nuestras relaciones cuando nos respetamos y dejamos que los procesos fluyan sin adelantarnos, sin exigirnos otros ritmos que no sean el nuestro, el de cada uno.
• “Tiempo” para alegrarnos con los que se alegran y llorar con los que lloran.
• “Tiempo” para trabajar y tiempo para descansar.

Y todo ello con infinita “paciencia”, al paso de la Providencia, como decía San Vicente:
“Por eso siento una devoción especial en ir siguiendo paso a paso la adorable providencia de Dios”.

Que San Vicente y Santa Luisa, quienes siempre caminaron “lentamente” al paso de la Providencia, nos animen en nuestra tarea como titulares, directivos, maestros, y miembros de la comunidad educativa, a vivir la “paciencia activa”, generando:

• Gestos de acogida respetuosa al ritmo de cada uno.
• Apertura y visión amplia para descubrir la grandeza escondida en lo pequeño.
• Capacidad de asombro en los cambios que se producen en los demás y en nosotros mismos.

Que el nuevo curso nos llene de alegría y nos conforte con la “paciencia que Dios tiene con cada uno de nosotros”, de manera que podamos ser portadores de esa misma alegría y paciencia de Dios con aquellos que el Señor ha depositado en nuestras manos: “los pequeños del Reino”.

¡FELIZ CURSO!
¡Feliz Fiesta de San Vicente!

Un abrazo,
Sor Carmen Machado