Educación Vicenciana. Provincia España-Sur

GESTO DE TODOS LOS CENTROS EDUCATIVOS DE LA PROVINCIA ESPAÑA-SUR

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Hoy 25 de enero del 2017 abrimos el 400 aniversario del nacimiento del Carisma Vicenciano. En 1617, un día como hoy, San Vicente predicó lo que él llamó su “primer sermón de la misión” en la iglesia de Folleville, en Francia. Desde este momento la evangelización fue la razón principal de su vida. Él quiso que todo hombre y mujer pobre, conociera al Dios de Jesucristo y experimentara el amor que les tenía. Este sermón fue multitudinario y el pueblo lo acogió como un regalo.

Nosotros,  hoy, hemos querido tener, también, un gesto: llevaremos una antorcha encendida que quiere simbolizar el relevo del carisma vicenciano a cada una de las generaciones presentes en nuestro colegios. Y lo hemos hecho unidos todos los Centros de la Provincia España-Sur.

Se inicia el gesto….

En todos los colegios se ha formado un pasillo con los alumnos  colocados por cursos. Se trataba de hacer un recorrido, partiendo de un lugar simbólico, por el pasillo humano. Distintas personas se irían pasando una antorcha encendida hasta llegar a la capilla o espacio ambientado con el mural del 400 aniversario, una figura de San Vicente y un cirio. Si había Comunidad de Hermanas, iniciaba el gesto la Hermana mayor que hacía su tramo de camino y se lo entregada a la Hermana más joven. Ésta caminó hacia el profesor más antiguo para entregarle la antorcha encendida y éste, a su vez, se la entregó  al más nuevo. A partir de ahí se siguió en orden con el alumnado desde los cursos superiores hasta el menor.

Cuando se llegó al final del recorrido se encendió  el cirio que presidirá, desde este momento, todas las celebraciones litúrgicas que se vivan durante el año y se dijo: Hoy el carisma vicenciano trae a cada uno de nosotros el lema del 400 aniversario: «Fui forastero y me recibiste»para hacerlo vida.

Todos juntos, para finalizar,  recitamos la oración jubilar del carisma vicenciano:

Señor, Padre MisericorDioso,

que suscitaste en San Vicente de Paúl

una gran inquietud

por la evangelización de los pobres,

infunde tu Espíritu

en los corazones de sus seguidores.

Que, al escuchar hoy

el clamor de tus hijos abandonados,

acudamos diligentes en su ayuda

“como quien corre a apagar un fuego”.

Aviva en nosotros la llama del carisma

que desde hace 400 años

anima nuestra vida misionera.

Te lo pedimos por tu Hijo,

“el Evangelizador de los pobres”,

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