En el colegio “La Purísima”, de Santa Fe, el curso pasado (2016-17) iniciamos en Educación Infantil un Proyecto de Innovación educativa, con la pretensión de impulsar un cambio metodológico fundamentado en los principios naturales del aprendizaje humano que nos ofrecen las neurociencias, y potenciar el desarrollo neurocognitivo de nuestro alumnado, herramienta imprescindible para todo su aprendizaje posterior.

Siguiendo las orientaciones que se nos dieron desde el Equipo Provincial de Innovación, elaboramos nuestro proyecto, ya sabéis… concretamos: finalidad, objetivo general, objetivos específicos, actuaciones, recursos, etc. Y comenzamos caminar…

Después de 5 meses de andadura constatamos que la información que veníamos dando a los padres, madres de nuestro alumnado de E.I., aunque nos esforzábamos porque fuese amplia y concreta, nos estaba resultando insuficiente, necesitábamos generar mayor confianza en ellos, despertar su curiosidad y darles las claves para que vieran el sentido de todo aquello que poco a poco íbamos cambiando en nuestra acción educativa. Debíamos pasar de Informar a los padres, a formar a los padres en aspectos concretos del proyecto… Pienso que en esos momentos no fuimos muy conscientes de lo que estábamos iniciando, de lo contrario quizás el vértigo se hubiese apoderado de nosotras y no nos hubiésemos lanzado a ello. Nuestro principal objetivo era garantizar la consistencia de nuestro proyecto de Innovación, nos jugábamos mucho. Entonces, ¿qué hacer?… ¿por dónde abordar esta necesidad que estábamos detectando y que inicialmente no habíamos contemplado en nuestro proyecto?…

Uno de los ejes vertebradores de nuestro cambio metodológico es la Psicomotricidad, se nos ocurrió diseñar un Taller formativo-práctico sobre este tema, en el que participaran madres, padres e hijos. Su estructura sería sencilla: Un máximo de 20’ de teoría (solo para los padres), y 40’ de práctica en el gimnasio (padres e hijos). Los grupos deberían ser pequeños, de 12 a 18 padres por sesión, ya que por cada padre ó madre participante teníamos que contar también con su hij@, y debíamos tener en cuenta el espacio del gimnasio.

Pusimos nombre a nuestro 1º Taller para madres/padres de E.I.: “Psicomotricidad: claves para potenciar el desarrollo neurocognitivo de tu hija/o”, elaboramos su contenido y se lo propusimos a un total de 100 madres-padres, lanzando inicialmente solo 2 sesiones, una en horario de mañana y otra en horario de tarde, para que la conciliación laboral no fuese un obstáculo a la participación.

La respuesta de los padres rompió todos nuestros esquemas, participaron un total de 82 madres/padres, tuvimos que ampliar hasta 5 el número de sesiones realizadas. El interés, el grado de implicación y la satisfacción de los padres, tanto con el contenido como con la dinámica del taller, nos dejaron totalmente sorprendidas.

Sinceramente, lo inesperado pasó a cobrar especial interés para nosotras, vimos en ello una oportunidad no solo para afianzar el camino que vamos construyendo, con el apoyo de los padres, sino también para ampliar el marco de nuestro Proyecto de Innovación; lo que en un principio planificamos como un objetivo específico de nuestro proyecto: “Dar participación a las madres-padres, de nuestro alumnado de E.I. en la elaboración de materiales, en la realización de sencillos talleres de aprendizaje elaborados y dirigidos por ellos en el aula de sus hijos, vincularles con nuestra propia acción educativa diaria…”, tras esa primera experiencia, se nos había convertido inesperadamente en una llamada a dedicar tiempo, energía y pasión por ofrecer a nuestros padres de E.I. no solo información, sino también formación sobre los principios naturales del aprendizaje que nos ofrecen las neurociencias y que están a la base de los cambios metodológicos iniciados.

Por eso este curso escolar decidimos ofertar a nuestros padres-madres de E.I. dos talleres de formación vinculados a nuestro Proyecto. Uno de ellos el diseñado el curso pasado, así que volvimos a invitar a 100 madre-padres, (distintos a los del año pasado), a participar en el Taller de Psicomotricidad junto a sus hijos. El contenido y la dinámica del taller fueron los mismos. De nuevo nos ha sorprendido el interés, la participación y el grado de satisfacción de los padres-madres; hemos realizado 5 sesiones, con un total de 86 participantes.

El 2º Taller propuesto, lo hemos llamado “Leyes Naturales del Aprendizaje: su aplicación a la vida diaria”. Su elaboración ha sido para nosotras un nuevo reto, ya que con él queríamos realizar una dinámica diferente: grupos más numerosos (solo para adultos), una parte teórica más amplia, pero a la vez conectada con la vida, introducir trabajo en grupo, compartir experiencias, despertar en los padres-madres la inquietud y el compromiso por ofrecer a sus hijos una atención de calidad, hacerles una llamada a disfrutar de su labor educativa, mostrarles la escuela como un espacio en el que su voz es importante.

La convocatoria fue lanzada nuevamente a 100 madres-padres, ofreciéndoles dos sesiones, una de mañana y otra de tarde. La respuesta ha sido también muy positiva (teniendo en cuenta la fecha en la que la hemos lanzado), son un total de 54 madres-padres los que se han apuntado.

A día de hoy sólo hemos realizado una de las sesiones, que a quienes hemos participado en ella nos ha enriquecido muchísimo, y nos ha vuelto a sorprender por la curiosidad de los padres-madres, su implicación, sus reflexiones, su espontaneidad, su receptividad…

Por eso hemos dado el paso a compartir con vosotros esta experiencia: No dejemos de abrirnos a la riqueza que nos trae lo inesperado de nuestra acción educativa. En nuestro caso, esta vez, nos ha llevado a apostar, y asumir los riesgos de generar espacios de formación e intercambio con los padres-madres de nuestro alumnado de E.I., dejando a un lado inseguridades, miedos, prejuicios,…

Esta inversión supone esfuerzos, dedicación y trabajo, pero sin duda también construye y nutre nuestras innovaciones educativas. Fortalece el vínculo familia-escuela.

¡Seguimos construyendo y aprendiendo!